“No sé cuanto de difícil es el camino de algunas mujeres para ser madre, pero el mío ha sido un camino de espinas durísimo, hasta que por fin di con el tratamiento de Radiofrecuencia del Doctor Nadal. Me dieron paz y confianza para seguir adelante y mejoraron mi fertilidad.”

“Pasaba el día sin hablar con un adulto, rodeada de pañales, biberones… La vida de mi pareja me parecía más interesante que la mía. Me sentía rara paseando al bebé por el parque. Hace tan solo unas semanas estaba en la oficina trabajando, es como si mi mundo hubiera parado de repente. Me sentía muy segura en mi trabajo pero con mi bebé dudaba todo el tiempo”.

“Antes dudaba todo el tiempo, leía algo y pensaba: eso tengo que hacerlo, luego me encontraba con una amiga y me decía justo lo contrario, ahora sé que se trata de experimentar para saber que funciona con tu hijo en cada momento”.

“Lloré de alegría, de emoción y de amor. ¿Cómo se puede querer tanto a un hijo con tan sólo unos segundos de vida? Muchas noches lloraba con mi hija, ¿por qué no me dijo nadie que sería tan difícil? Se supone que debía estar contenta. A medida que conocía más a mi bebé también me conocía más a mí misma. Antes me sentía juzgada todo el tiempo, ahora sé que no hay una única manera de hacer las cosas, que cada madre tiene la suya”.